Sigue la vida, sigue la obra. Ya está todo el piso pintado. La habitación del peque ha quedado chulísima, verde con manchas de vaca naranjas, chocolate y verde oscuro. Ahora, toca esperar al suelo y las puertas. Estoy algo más tranquilo, aunque sigo sin sofá ni muebles.
El puente estuvo bien, el sábado fuimos a ver al Madrid - Cajasol. Este año nos hemos hecho socio los tres, qué coño. A Bruno le compramos un tambor y una trompeta y se lo pasó como un enano. Estuve más pendiente de él que del partido, parecía una personita mayor, sentado en su sitio y dándole al tambor cada vez que el público aplaudía... se me cae la baba. El partido un coñazo, a ver si este finde se le da mejor al Cajasol de baloncesto.
Y de entrenamientos, pues me encuentro bastante más animado. La semana pasada tuve que bajar el poco volumen que estoy metiendo, pero ha merecido la pena. Esta semana me encuentro mucho mejor y eso que ayer hice un entrenamiento exigente. La siguiente semana me apuntaré a una carrera con Fernando que anda por aquí. El está bastante más fino que yo, pero la compañia se agradece; todo sea por acumular volumen para el maratón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario