jueves, septiembre 09, 2010

¿Cojo el tren?

Hay momentos en la vida de cada uno que tiene que elegir, tiene que tomar decisiones. No aparecen cuando uno quiere o le gustaría, a veces ni aparecen aunque las desees, y otras veces aparecen sin avisar.
Abrir esa ventana supone abrirte una puerta más; sin la cierras esperando un momento mejor puede ser que no aparezca más. Sin embargo, en el momento de la vida en el que uno se encuentra, donde sigue pintando paredes, arreglando el jardín, ordenando cajas que siguen saliendo, pintando paredes, añadido al tragín de dos niños que esto ocasiona y que nada tiene que ver con tener un solo crio, y si además le sumamos la disposición que uno tenía para volver hacer deporte y entrenar, se da cuenta de que, si abre una ventana, tiene que cerrar otra, pues el día tiene sus horas contadas. A nadie escapa que lo que me tengo que quitar es de hacer mi deporte con la constancia que la hacía, a favor de dirigir el deporte a terceros. Buscar sus máximos, no los míos. Me apeno mucho pues parece el final de un ciclo, pero me ilusiono por verme capaz de responder a la confianza depositada en mi. En breve tomaré una decisión que casi está tomada y me pondré al frente, a pie de pista, a pie de piscina, a pie de gimnasio, de un grupo de bomberos que tienen 12 meses para jugarse un año y una vida, en una sola mañana.

No hay comentarios: